Para Boba, un veinteañero que vive en Auckland, Nueva Zelanda, el K-pop va más allá de simplemente escuchar música: es una forma de comunidad que los ayudó a encontrar consuelo y aceptación mientras crecían.
También te puede interesarHannah Bahng, ATEEZ, aespa y más: la mejor música nueva de esta semanaSiempre han sido fanáticos del K-pop, les encantaba SHINee, Wonder Girls y Girls Generation, y ahora son fanáticos de BTS, a pesar de ser víctimas de acoso por su interés en el género. Después del fallecimiento de su padre, Boba, de ascendencia tongana e identificado como no binario y lesbiana, se unió a un grupo de baile de K-pop que los ayudó no solo a superar el duelo, sino a conectarse con una comunidad que fomentaba el amor propio.
También te puede interesarPrimavera Sound Barcelona 2024 fue la lista de reproducción perfecta de verano en vivo.Boba aparece en K-POLYS, un nuevo documental de Nueva Zelanda que explora la inesperada relación entre los jóvenes isleños del Pacífico y la comunidad de K-pop. El director Litia Tuiburelevu encontró fascinante que su poder haya llegado incluso a las partes más remotas del mundo, ayudando a los jóvenes en estos lugares a encontrar consuelo y comunidad. Inspirada después de unas vacaciones en Fiji y al ver cómo la cultura coreana ha influido en las islas, Tuiburelevu sintió que había una historia que necesitaba ser contada.
También te puede interesarNormani no nos debe nada con dopamina. Los fans le deben su confianza.«Iba camino a Fiji y pensé, ‘Es realmente fascinante que esta pequeña isla en el Pacífico Sur esté haciendo un concurso de K-pop y un festival de K-pop'», cuenta Tuiburelevu, quien también es fan de BLACKPINK, a Teenvogue. «Creo que hay una historia realmente interesante sobre esta conexión intercultural entre los jóvenes isleños del Pacífico y su relación con el K-pop, porque es muy inesperado. Muchas personas, al principio, dicen, ‘No, no, eso no es algo real’. Y yo les digo, ‘No, en realidad es real’. Hay mucho que decir aquí sobre los intercambios interculturales e identidad».