La elección de un deporte es una tarea que se debe hacer entre el hijo y sus padres. Pero es importante, sobretodo, respetar el gusto y el interés de los niños, y jamás obligarles a que hagan algo que no les guste. 

Son ellos los que tienen que decidir si están dispuestos a sacrificarse por el deporte de competición, que necesita una mayor implicación, o prefieren que su hijo siga haciendo ejercicio por diversión y entretenimiento; y, es que, una escuela de competición exige asistencia y apoyo máximo, alimentación estricta, horarios muy marcados, etc.

Elegir el deporte más adecuado para los hijos exige conocer sus gustos, capacidades físicas y corporales, posibilidades, carácter y necesidades:

– Para niños tímidos: los deportes de equipo – voleibol, basquet, fútbol o handball– pueden ser una buena opción ya que les ayudará a socializar y compartir experiencias con otros niños.

– Para niños inquietos o nerviosos:  con falta de concentración, pero trabajadores cuando están motivados, mejor optar por el atletismo, ciclismo o la natación.

– Para niños perfeccionistas: con autocontrol y capacidad de sufrimiento, lo mejor son los deportes individuales como la gimnasia deportiva, el tenis infantil, o las artes marciales.

– Para niños fuerte y con confianza en sí mismos: se puede optar por deportes como el rugby.

– Para niños con necesidad de disciplina: las artes marciales como el taekwondo, judo o karate son deportes ideales.