Hace 77 años, una tragedia natural marcó nuestra provincia. Fue el terremoto de 1944 que dejó destruida la ciudad y miles de víctimas fatales. La situación que vivieron los niños de aquella época fue especialmente dramática.
Muchos quedaron huérfanos, fueron dados en adopción y nunca más pudieron saber de sus raíces. Estuvieron también los que vivieron meses entre el olor a muerte y los escombros.
Así y todo continuaron con sus vidas. Estas son las postales de aquel momento. Son fotografías que hoy pertenecen al Archivo General de la Provincia.