CULTURA Días Especial

Un poco de historia para conocer la magia de los Reyes Magos

martes, 5 de enero de 2021

En pocas horas, llega la primera noche mágica del año: la tan esperada noche de los Reyes Magos. En Italia, todos esperan la llegada de la Befana: la “bruja buena” que visita los hogares de los niños durante la noche del 6 de enero. Aquí, en cambio, en Argentina, al otro lado del mundo, los niños esperan la llegada de los Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar.
La Noche de Reyes, una festividad que se conmemora el 6 de enero, es una de las noches que conservan más encanto para los más pequeños de la familia, quienes preparan con bastante anticipación sus zapatitos junto con el agua y el pasto para los camellos de los Reyes. En esta nota, les explicamos la historia detrás de esta tradición.

¡Agua, pasto y zapatos listos!

¿Quién no ha disfrutado alguna vez de la ilusión de dejar su par de zapatos en el jardín o junto al árbol de navidad para esperar la llegada de los Reyes? De pequeños, muchos de nosotros hemos compartido esa enorme ilusión de prepararnos para la Noche de Reyes. Seguramente, en nuestra infancia (y no solo) hemos dejado nuestros zapatitos en algún lugar especial de la casa o preparado el agua y el alimento para los camellos de los Reyes Magos. Esta tradición se repite en muchos hogares, en Argentina y Latinoamérica, y permite que los más pequeños de la familia disfruten de la magia de la Noche de Reyes.

¿Qué regalaron los Reyes Magos para el niño Jesús?

La figura de los Reyes Magos surge del Evangelio según San Mateo (2:1-12), el cual relata la llegada de unos magos que llegaron a adorar el nacimiento del niño Jesús, Rey de los Judíos, guiados por una estrella. Los magos trajeron oro, incienso y mirra para adorar el nacimiento del niño Jesús. Sin embargo, en dicho Evangelio, no se aclara que los magos eran “reyes” ni tampoco que fuesen tres. Simplemente, dicho Evangelio hace referencia a la llegada de unos magos, de los cuales tampoco se detallan sus nombres.
Lo cierto es que este relato bíblico se convirtió en una fiesta infantil, en la que se hacían regalos a los niños, en España durante el siglo XIX, y luego se expandió a otros países.