Nunca baja los brazos y siempre tiene un plato de comida
para los niños que lo necesitan. Así, Sandra Ortega empezó a ser conocida en la
zona por su espíritu solidario. Sandra, la abuela que conquista el corazón de
los niños, lleva 30 años asistiendo con merienda y alimentos a los que más lo
necesitan.
Alegre, silenciosa, siempre trabajando, recibe a los niños
diariamente en su humilde hogar, que siempre tiene las puertas abiertas. Además
de darles de comer, Sandra procura que pasen una linda tarde y por eso los
observa con alegría.
Madre de siete hijos y abuela de siete pequeños, da el ejemplo porque siempre está atenta a los demás, más allá de sus propias necesidades.