Nuestros hijos se enfrentan a retos intelectuales que hace tan solo unos pocos años no existían. Están inmersos en una nueva sociedad desbordada de información. Muchísima información, con diferentes formatos y códigos. Deben aprender a localizarla, seleccionarla, valorarla e interpretarla; deben contrastarla y leerla desde un punto de vista crítico y analítico.
La lectura es pues una competencia básica, una manera de acceder al conocimiento, un medio de comunicación y la base principal de la educación.
Si leer es tan importante para el presente y futuro de nuestros hijos, ¿por qué no tomárselo tan en serio como se merece? Tu hijo no nace siendo lector. Depende de ti y de tu habilidad para fomentar este hábito. La familia es donde se gesta este beneficioso virus y el lugar donde se contagia esta actitud. Es el elemento más eficaz para conseguir que el hábito nazca de los propios niños, para que surja de ellos el deseo de leer y de seguir leyendo.
Fuente: Solohijos.com