Ese despertar alegre, lleno de saltos y rebosante de energía es muy característico de los niños pequeños. Pero para ello, debemos conseguir un hábito de sueño saludable.
Estas son algunas sugerencias para desarrollar patrones de sueño saludables y que el momento de irse a la cama sea un momentos placentero y forme parte importante de la rutina del niño:
– Seguir la rutina de ciertas acciones de manera repetida para que sean previsibles para el niño: tomar un baño, ponerse el pijama y zapatillas, lavarse los dientes, hacer pis, leer un cuento… proporcionarán al niño sensación de comodidad y seguridad.
– A los niños les encanta que un adulto le cuente un cuento en voz alta. Además de relajarle y sentirse acompañado, potencia el gusto por los libros y la lectura.
– Todos los padres deberían dedicar algo de tiempo a hablar con sus hijos antes de acostarse. El día del niño está lleno de nuevas experiencias que estará ansioso por compartir aunque, según la edad, tengamos que preguntarle.
– En el momento de acostarse deben evitarse todas las distracciones en la habitación: el ruido y la luz dificultan el sueño. Para los niños a los que no les guste la oscuridad completa podemos dejarle encendida una luz nocturna de baja intensidad.
– La cama debe ser acogedora, las mantas no deben ser muy pesadas y las sábanas no deben estar demasiado ajustadas. Un besito… buenas noches y felices sueños.
Fuente: Guiainfatil.com